AgroHULEecológico. Relato del almuerzo de codiseño y de la sobremesa de compromiso.
El laboratorio AgroHULEcológico, enmarcado en el programa de residencias Wikiriki de Wikitoki, se ha visto zarandeado por estos tiempos pandémicos. No podía ser de otra forma, por ser un espacio de cercanía, donde compartir comida, reflexiones y compromisos sobre nuestra soberanía alimentaria, alrededor de una mesa, con su hule. Así que hemos tenido que esperar varios meses para poder trabajar en condiciones de seguridad, sin renunciar a compartir mesa.
Esta segunda sesión del laboratorio, centrada en el codiseño de estrategias de mejora de las prácticas agroecológicas en la comunidad de Wikitoki, se ha celebrado durante la comida y la sobremesa del lunes 5 de octubre, contando con la participación de las wikitokers Isa, Iker, Thais y Carlos (cAnicca), Karlos (Hiritik-at y Labore), Ricardo (Colaborabora) y Laura; y la presencia de personas de otros colectivos cercanos: Marina de Sarean, Garbi de Sustraiak, catering –que ha cocinado el plato principal de la comida-, Marta y Vanessa, consumidora y productora del grupo de consumo Kidekoop, y la Jose y Luis de Amillena. De Surcos Urbanos, en calidad de facilitadoras del proceso, hemos participado Raquel y Marianna en la mesa 1 y Marian y Andrés en la mesa 2.
Una vez identificadas, en la primera sesión de marzo, las necesidades y los objetivos concretos para reforzar la red agroecológica del territorio, el objetivo general de este segundo encuentro es aterrizar cuáles pueden ser las estrategias para llegar a ello y comprometernos con acciones concretas. Todo ello comiendo agroecológico, alrededor de la mesa, con su hule, rotu en mano, y un ojo al mapa de experiencias agroecológicas locales, construido de forma colaborativa en la sesión anterior.
Acogida y recordatorio de la primera sesión.
Nos saludamos con más distancia de seguridad pero con el mismo cariño. Hacemos un poco de memoria de lo que salió en la primera sesión, allá por el 2 de marzo de este año (¡hace 7 meses!). Lo hacemos apoyándonos en los hules que vistieron las mesas y son los documentos del proceso: un mapamundi para hablar de las implicaciones de la comida sobre el medio, la salud y la sociedad, a nivel local y global; y un mapa de la biorregión de Bilbo, para visibilizar las experiencias locales. Todos ellos bellamente decorados con palabras y dibujos explicativos.
Comida y Cháchara.
Nos repartimos en 2 mesas, con sus hules, para comer y conversar sobre cómo caminar hacia la transición ecológica en nuestra comunidad. El menú agroecológico, que nos sirve de inspiración, es elaborado por la cooperativa Sustraiak, con las verduras de Vanessa de Kidekoop, y por nosotras, con ingredientes agroecológico procedentes del mercado Gure Lurre Merkatua —el mercado de productorxs de cada sábado en el Arenal de Bilbao—, y de la tienda ecológica Sania.
Como no podía ser de otra forma, la situación generada por la crisis sanitaria y, en concreto, por el Estado de Alarma de primavera, toma protagonismo en ambas mesas, centrándose en cómo ha afectado a la producción y consumo local en el territorio y en Euskadi.
Cháchara Mesa 1.
Vanessa, Raquel, Laura, Ricardo, Iker, Thais, Marina, Karlos, Marianna.
En la mesa 1 la conversación durante la comida giró sobre todo en torno al consumo de proximidad —grupos de consumo, supermercados cooperativos y mercados de productorxs—. En la mesa había integrantes del grupo de consumo Kidekoop y del supermercado cooperativo Labore que nos pudieron contar en qué situación se encontraban y cómo había sido su camino.
En estos colectivos de abastecimiento de alimentos durante la pandemia y el Estado de Alarma ha crecido claramente el número de socias y ventas, algo fácil de pronosticar. Sin embargo, el crecimiento en ventas de los supermercados convencionales ha sido muy superior, también debido a que las medidas tomadas por las instituciones les han favorecido. Sin ir más lejos, el ayuntamiento de Bilbao ha repartido bonos de comida para alimentos en las grandes superficies. Como contraste, las despensas comunitarias han procurado promover sus compras en el comercio local.
A partir de estas entidades de consumidorxs (Labore y Kidekoop) se entra en una conversación sobre el sentido transformador de los grupos y cooperativas de consumo (como instrumentos para mejorar las condiciones laborales de lxs baseritarras y trabajadorxs, así como conservar la relación con el territorio y tender a la sostenibilidad). También se abordan las contradicciones en que entran lxs consumidorxs de estos grupos, más conscientes, al asumir algunos hábitos de consumo aprendidos, que no cumplirían los criterios de justicia social y sostenibilidad ambiental, ya sea por cuestiones económicas, por vivir en la ciudad, o por estar integrados en un sistema capitalista que acaricia nuestros deseos de consumo.
Hay un trabajo importante que hacer para salir del círculo social en el que nos movemos y llegar a más gente. A Labore, en concreto, le ha costado 3 años de sufrimiento económico llegar al número de socias (600) que se habían puesto como requerimiento para comenzar. Para ello han tenido que diversificar la clientela, aunque tienen claro que no deben abrirse al mercado como si fueran un supermercado más.
También se puso el foco en el sector productivo, que a todas luces necesita un claro apoyo desde las administraciones locales y regionales, más allá del que les pueden brindar lxs consumidorxs. Muchas de estas explotaciones son muy pequeñas y tienen pocos recursos y tiempo para buscar nuevos canales de venta. Para salvar ese problema, algunxs productrorxs se están organizando y asociando —en Neka-Zamundio, en Uribe-butroi, en Gernika—, para poder tener una infraestructura y gestión común, organizar mercados locales, coordinar y diversificar la producción.
Se habló de la posibilidad de diferenciar canales de venta y de la restauración comunitaria. Como experiencia integral en el territorio está la de Hiritik-at que ha trabajado intentando introducir la producción local en los comedores escolares. Como en toda la compra pública, resulta muy difícil superar la inercia de las costumbres y acoplar el tipo de producto fresco traído directamente de las huertas y los ritmos de la producción con las necesidades de los comedores.
Cháchara Mesa 2.
Isabel, Marta, Garbi, Carlos, Jose, Luis, Marian, Andrés.
Por su lado, en la mesa 2 las reflexiones discurrieron en torno a la relación campo-ciudad y a cómo cambiar los vínculos establecidos entre ambos, que actualmente están pervertidos, son unidireccionales: la ciudad pide a ver qué le ofrece el campo (producción, ocio, otros recursos) y no hay reciprocidad. Esta relación sin duda sigue estando ahí, muchas personas que viven en Bilbao y grandes ciudades de Euskadi tienen familia y amigos, incluso han crecido o tienen caseríos, en el campo. A pesar de esta cercanía, el urbanita medio está desconectado de la realidad rural e, incluso teniendo la posibilidad de recurrir a alimentos locales directamente de contactos, al final acaba asumiendo los hábitos de consumo alimentario normativizados, cediendo a la comodidad.
Tras la situación vivida por la crisis del COVID-19 ha aumentado el interés por volver o migrar al campo y el espacio rural está cada vez más en el imaginario del ciudadano. Además, mucha gente ha empezado a plantearse realizar muchos cambios, también en cuanto a la alimentación: se ha visto un aumento de las compras directas en el estado de alarma y cuando se vetaron los mercados de productorxs en ciudades y pueblos hubo una fuerte respuesta social en todo Euskadi que revirtió esa orden.
Otras reflexiones de la mesa se centraron en los intereses del modelo agroalimentario convencional y cómo se adapta rápidamente a la situación. Así, por ejemplo, la clara preferencia del sistema por las grandes empresas productoras y distribuidoras también se puede trasladar a la restauración y las empresas de catering. Se favorece a las empresas grandes, que pueden producir comida de manera industrial, que pueden tirar precios a la baja y que requieren el uso de envases, haciendo que sea muy difícil que las pequeñas iniciativas, como Sustraiak, puedan participar en licitaciones. La opción es presionar para que no sea el precio el principal criterio de selección. El nuevo contexto hace que ahora se impongan prácticas insostenibles, propias de la gran industria, por ejemplo con más envases y servicio de comida en unidades individuales. Otro ejemplo es el de la autogestión de las semillas, que el sistema trata de impedir, haciendo que muchxs agricultorxs se muevan en la ilegalidad prácticamente. Tenemos que reivindicar la legitimidad de estas prácticas, como otras no diseñadas a medida de la industria sino adaptadas a los modos de vida rurales, como elementos importantes para la sostenibilidad del territorio.
Trantsizio agroekologikoaren abaraska / El panal de la transición agroecológica.
Es el momento de aterrizar lo hablado durante la comida, para no quedarnos en el horizonte, sino concretar los pasos para fortalecer nuestra comunidad agroecológica. Trabajamos en dos grupos, sin levantarnos de las mesas, con sus hules liberados de platos y migas, y usamos una metodología que hemos llamado “el panal de la transición agroecológica”, diseñada en “canal corto”, ya que se basa en una herramienta de pensamiento visual elaborada por el colectivo Urbanbat.
La metodología parte de un horizonte común, un objetivo, a dónde queremos llegar. Para ello rescatamos y desarrollamos las conversaciones de la comida, velando para que nada se quede en el tintero y se escuchen todas las voces.
A partir de allí la charla sigue fluida, y vamos diseñando los caminos para llegar hasta el horizonte, con el apoyo de unas celdas que van conformando la estructura del panal. Estas celdas nos ayudan a identificar diferentes elementos que nos vamos a encontrar o necesitar: las acciones que tendremos que desarrollar, los recursos necesarios para ello, las barreras y limitaciones existentes o que creemos que podrán aparecer, las colaboradoras que ya existen y que nos pueden servir de ayuda, las oportunidades existentes que pueden dar impulso a nuestras acciones u otras ideas o elementos a tener en cuenta.
Igual que las celdas de un panal se necesitan unas de otras para dotarse de estabilidad y funcionar como un organismo, las celdas van generando un esquema visual, como un relato dibujado por hexágonos correlatos, y nos ayudan a contemplar todo un ecosistema de relaciones, agentes y recursos a tener en cuenta para alcanzar el horizonte deseado.
Codiseño Mesa 1.
Partiendo del horizonte “Generar modelos de producción-consumo que hagan llegar la agroecología a más gente y perfiles más diversos”, desarrollamos tres ejes de actuación: en el sector productivo, en la compra pública y en el fomento de modelos agroecológicos en el entorno de Wikitoki.
Para potenciar el sector productivo agroecológico se propone reforzar e impulsar el sector y poner en común recursos desde la producción, como por ejemplo transporte y centros logísticos como centrales de compras, etcétera.
Para ello se puede contar con las asociaciones de productoras ya existentes en Neka-Zamudio, Uribe-Butroi y Gernika y promover otras nuevas con el fin de llegar a más consumidoras. En la actualidad hay una importante carencia de asociacionismo en el sector agrario y cuesta que éste cambie su manera de funcionar. Por ejemplo, se podrían diversificar los canales de distribución (grupos de consumo, cooperativas, compra pública). Otras dificultades que se encuentran son la dificultad en el acceso a la tierra para desarrollar nuevos proyectos agroecológicos y que hay más demanda de los que las productoras pueden ofrecer.
La compra pública es una apuesta importante para asegurar la viabilidad de muchas pequeñas explotaciones agroecológicas. Se propone promover en las instituciones un aumento de la compra pública e incrementar el presupuesto para comedores en escuelas, residencias y hospitales y comedores sociales; y dar un impulso en la difusión y sensibilización de los beneficios de la alimentación agroeocológica para la salud, el entorno y las condiciones laborales, así como las sociales y económicas para el territorio.
Para llevar a cabo estas medidas necesitamos la colaboración estrecha de la Administración pública, sin ella resulta prácticamente inviable, y lo cierto es que ésta no apuesta por la compra pública con criterios de sostenibilidad. Además resulta muy difícil que las empresas de restauración colectiva se adapten al sistema agroecológico, en el que impera el producto fresco y de temporada que viene directamente del campo. Una línea de actuación para impulsar el cambio y el interés de lo público podría ser enfocar la alimentación como un derecho.
Para el fomento de modelos agroecológicos en Wikitoki el primer paso es presentar cómo funcionan algunas alternativas de consumo cercanas y aumentar la comunicación entre los diferentes agentes. Hay varias personas en Wikitoki que forman parte de iniciativas de consumo agroecológicas o tienen contacto con ellas, que podrían facilitar estas acciones. Además, el EKONOPOLO (polo de Economía Social y Solidaria) que se va a crear en el entorno de esta comunidad podría ser una clara oportunidad para impulsar estas medidas en Wikitoki. Por otro lado se propone incidir en la difusión de iniciativas ya existentes en el entorno.
Codiseño Mesa 2.
El horizonte que oteamos desde esta mesa, con su hule, es el de sanar y regenerar vínculos urbano-rurales desde lo común. Para alcanzarlo se definen tres acciones muy interrelacionadas.
Por un lado planificar el posible movimiento urbano rural, viendo en la reciente crisis sanitaria la oportunidad de un acercamiento de la gente de ciudad al mundo rural. Pero tenemos que conseguir que se mire al campo con otros ojos, que se reconozca la centralidad de la alimentación y su valor como espacio relacional. La experiencia reciente de “regiones sanitarias” o mapas de desescalada indica que es posible otra lectura del territorio, que no surja sólo desde el asfalto de las ciudades, sino que contemple otras necesidades y formas de vida.
La conformación geográfica de nuestra biorregión acompaña este movimiento, al ser un ámbito de escala abarcable y próxima, poco adaptado a las grandes explotaciones, donde el apoyo a las pequeñas productoras puede ser la respuesta a la gestión del territorio de forma sostenible y generadora de empleo de calidad.
También hemos estado hablando de la posibilidad de generar proyectos comunes liderados desde lo rural, atendiendo a las necesidades y tiempos de las comunidades locales. A partir de experiencias existentes, como Ganekoop, MASKILU Coop, IGITIE, red de productoras de Arratia, o la moneda local EKHI, se pueden tejer redes de apoyo mutuo. Tenemos que mantener en el radar también recursos que se puedan compartir, como la cocina industrial con registro del catering Sustraiak.
Se puede contar, además, con la experiencia, la capacidad mediadora y conocimiento del territorio y del sector de entidades como Kidercoop, la red de experiencias agroecológicas EHKOlektiboa, o el sindicado EHNE, como nodo múltiple de relación, infraestructura y proyección. El EKONOPOLO, polo “en construcción” de la economía social y solidaria promovido por REAS Euskadi, va a ser un aliado importante para generar este tejido.
Todo esto será posible si conseguimos contrarrestar el sistema de producción y distribución convencional, que favorece los grandes grupos y mantiene el monopolio sobre importantes eslabones de la cadena, abogando a las pequeñas explotaciones a la desaparición o la ilegalidad.
Otra línea de acción que ha salido durante la conversación es utilizar herramientas SIG para pensar nuevas organizaciones territoriales, contando con las bases de datos autonómicas existentes que podrían servir de punto de partida.
Puesta en común y compromisos.
Este último momento del taller arranca con una taza de café o una infusión humeante. Está pensado para poner en común las reflexiones y el trabajo desarrollado por cada una de las mesas. Cada grupo expone su panal: el horizonte del que han arrancado, las acciones planteadas, con todos los elementos que las impulsan o lastran.
En las dos mesas se han ido desarrollando ideas y acciones que, partiendo del entorno más próximo de Wikitoki y los aliados existentes y de sus prácticas, se alarga para buscar la articulación de las experiencias del territorio, reconociendo la dimensión política de la alimentación.
Para que el trabajo y tiempo dedicado trascienda y sirva más allá de la sesión y para dar algún paso en ese camino a la transición agroecológica, las comensales van señalando con un gomet con su nombre las celdas en las que se comprometen a trabajar, identificando en qué acciones queremos, podemos y nos comprometemos a estar y para cuáles de ellas habría que buscar alianzas.
A partir de aquí el proceso sigue en las manos de las comensales integrantes de la comunidad de Wikitoki: sus habitantes, sus vecinas de barrio y de acción, los agentes cercanos y afines con los que caminar en la transición agroecológica. Tienen a su disposición un mapa de experiencias agroecológicas de Bizkaia construido colectivamente, unos horizontes repletos de acciones y oportunidades para calendarizar según las necesidades de la comunidad, buenos alimentos para compartir alrededor de la mesa, con su hule. Tienen también el apoyo a distancia de Surcos Urbanos y su experiencia en el diseño de procesos parecidos en Madrid.
Más información: Wikiriki, Residencia AgroHULEcologico.