Reshape y el Estatuto del Artista, repensando prácticas artísticas más sostenibles
El trabajo en el ámbito artístico está estrechamente ligado a la precariedad. Las lógicas de producción, las desigualdades de acceso y la dificultad para lograr unas condiciones de trabajo dignas son obstáculos cotidianos para las y los profesionales del sector. Si bien la situación no es nueva, estas dificultades se han hecho más patentes en el último año y medio.
El pasado miércoles 8 de septiembre, se organizó en Wikitoki una jornada enfocada a poner sobre la mesa estas problemáticas, y también a compartir propuestas que exploran prácticas más justas. En el encuentro, se presentaron los resultados de los proyectos Art in Social Fabric y Artoteka, unas propuestas que se desarrollaron dentro de la iniciativa europea Reshape. A partir de ahí, se abrió el debate acerca de las condiciones laborales en el mundo del arte y sobre el trabajo que están realizando las organizaciones del sector para reclamar el Estatuto del Artista, con la participación de PAAC y Karraskan.
El valor del arte en el tejido social
“Reshape es un proyecto europeo que ha reunido a artistas y agentes del sector para pensar nuevos modelos de trabajo más solidarios en el campo de las artes”, explicaba en la presentación Marina Urruticoechea, gestora cultural y representante de Sarean, Karraskan y Wikitoki dentro de Reshape, “la intención era generar artefactos que promovieran prácticas más justas”.
Dentro de ese proceso han surgido diferentes prototipos, entre ellos, el proyecto Art in Social Fabric. Este trabajo utiliza las metáforas de la casa y la maleta para visibilizar las barreras que afectan a las y los trabajadores culturales independientes. La casa representa “un espacio virtual de seguridad, equidad e inclusión”. Pero, al empezar a recorrerla, se descubren los obstáculos: las relaciones desiguales de poder, los sesgos ocultos o la falta de diversidad en el sector. “La puerta principal se plantea quién puede entrar y quién no” explicaba en la presentación Tijana Cvetković del colectivo Minipogon, “refleja las negociaciones que se dan desde el inicio de un proyecto artístico con instituciones, fundaciones…”.
De Reshape también ha surgido el proyecto Artoteka, a raíz de la colaboración entre Sarean, Karraskan y Wikitoki. La iniciativa consiste en una plataforma de préstamos de obras de arte y actividades de mediación, que tiene como objetivo acercar el arte a la vida cotidiana. “Artoteka nace de la necesidad de crear nuevas formas de conectar el arte con el tejido social y a la vez lograr un impacto positivo en la economía de las artistas”, explicaba Oihane Sánchez Duro, coordinadora de Artoteka. La iniciativa arrancó a principios de 2021 con la colaboración de 10 artistas locales. Además de los préstamos, han organizado encuentros para vincular las obras a otros contextos, mediante talleres y procesos de cocreación.
El trabajo de las artistas en el centro del debate
La segunda parte de la jornada estuvo enfocada a hablar sobre los derechos laborales de las personas que trabajan en el mundo del arte, con la participación de Giuliana Racco de PAAC, la Plataforma Asamblearia de Artistas de Catalunya, y Vahida Ramujkic del colectivo Minipogon y la asociación de artistas de Serbia Ulus.
El debate se centró, en buena parte, en la lucha por lograr el Estatuto del Artista. Esta es una reivindicación de los colectivos artísticos desde hace décadas, quienes piden un marco legal específico para lograr unas condiciones laborales dignas. El pasado mes de julio se anunció la creación de una Comisión Interministerial para abordar el desarrollo del Estatuto, donde participarán agentes del sector. Este anuncio por parte del Ministerio de Cultura y Deporte ha despertado esperanzas, pero también incógnitas acerca de si se incluirán en la conversación las distintas voces y necesidades que hay en el sector.
Giuliana Racco habló de la labor de la PAAC, que está trabajando como interlocutora con las instituciones catalanas para impulsar el Estatuto del Artista. “El estatuto es fundamental, no puedes tener una profesión digna si tu trabajo no está reconocido”, explicaba, “si confrontamos la situación actual del artista con otros países como Bélgica o Francia, en España es mucho más débil y precaria”. Desde la plataforma, han creado un espacio para promover la participación de los colectivos artísticos en la creación del futuro Estatuto.
Por otro lado, Vahida Ramujkic habló de Ulus, la Asociación de Artistas de Serbia, y de cómo han ido cambiando las condiciones laborales del sector durante las últimas décadas. Ulus es una de las asociaciones civiles más antiguas del país, y se creó en 1919 para luchar por las condiciones de trabajo de las y los artistas. “En Serbia tenemos un estatuto de artista que es herencia de tiempos socialistas”, explicaba Vahida, “todavía existe, pero la tendencia es hacerlo desaparecer y, aunque intentamos influir en las instituciones, los canales se están cortando”.
Finalmente, desde Karraskan, Rosa Abal habló de la situación concreta en Euskadi y de las luchas abiertas para lograr una legislación que represente de verdad al sector. La asociación, formada por 33 socias del mundo de la creatividad y la cultura, inició contactos en 2018 con el objetivo de lograr un Estatuto específico para Euskadi. “Je,ps de tener en cuenta que aquí hay una fiscalidad diferente, y un idioma propio que se ha de proteger”, explicaba la gerente de Karraskan, “nos pusimos en contacto con los diferentes partidos políticos para reclamar un Estatuto del Artista vasco, pero el debate ha estado muy politizado, y finalmente en diciembre de 2020 se rechazó”.
Tal y como explicaba Rosa, la intención del ministerio es crear un Estatuto generalista, que englobe a todas las personas trabajadoras del sector. Eso podría dejar fuera muchas necesidades y reivindicaciones específicas, puesto que el ámbito de la cultura y las artes es especialmente diverso. Por ello, desde Karraskan están reclamando la participación amplia de asociaciones sectoriales, sindicatos y colectivos en esa futura mesa de interlocución, de cara a que sea lo más representativa posible.